La alimentación es más que un hecho nutricional (Casas-Esteve y Gómez-Santos, 2011), también lo es comportamental y social. Intervienen aspectos de tipo psicológico, social y cultural. Hay una serie de factores psicosociales que apuntan a un mayor sobrepeso y obesidad:
A) Factores relacionados con los hábitos de actividad física/sedentarismo:
- Aumento de las horas que los niños dedican a la TV, videojuegos y nuevas tecnologías.
- Ocio exclusivamente dentro del hogar.
- Cultura actual de la comodidad y del mínimo esfuerzo.
B) Factores relacionados con los hábitos de descanso: hay estudios que muestran una relación directa entre las horas de descanso y la probabilidad de tener sobrepeso u obesidad en edad infatil (Cappucio et al., 2008). En algunos casos, con una hora más de sueño se reduciría un 36% el riesgo a largo plazo (Snell, Adam, Duncan, 2007).
C) Factores relacionados con los hábitos alimentarios:
- La actitud de los padres hacia ciertos alimentos.
- La desestructuración de los horarios familiares.
- La laxitud de normas.
- Las carencias afectivas y de estímulos.
- La alimentación como gratificación ante frustraciones.