Spinoza definía la compasión como "tristeza del mal ajeno". Es un sentimiento contrario a la indiferencia o impasibilidad, o más bien a la crueldad. "En el primer paso hacia un corazón compasivo, debemos desarrollar nuestra empatía y cercanía a los demás" Dalai Lama.
Por último, la hospitalidad consistiría en crear un entorno de acogimiento en ese momento de vulnerabilidad o de relación de ayuda.